Eran 100 ovejas, que habia en su rebaño
Eran 100 ovejas, que amante él cuido.
Pero en una tarde, al contarlas todas
le faltaba una, le faltaba una, y triste lloro.
Las 99 dejo en el aprisco,
y por la montaña a buscarla fue
La encontro gimiendo, temblando de frio
ungio sus heridas, la cargo en sus hombros
y al redil volvio.
Esta misma historia, vuelve a repetirse
hay aun ovejas, que herrabundas van
con el alma rota, van por los collados
temblando de frio, vagando en el mundo
sin Dios y sin luz.
Pero todavia, existen pastores
que por la montaña, a buscarlas van
y cuando las hayan, las traen al camino
Al camino bueno, la verdad y la vida
que es Cristo el Señor
Oh, Jesús es mi buen Pastor
Las 99 dejo en el aprisco,
y por la montaña a buscarla fue
La encontro gimiendo y temblando de frio
ungio sus heridas, la cargo en sus hombros
y al redil volvio.